Costumbres
| 7 febrer 2011Es increíble la cantidad de costumbres ridículas, estúpidas, que ha adquirido el ser humano a lo largo de la historia.
Cada mañana, veo a gente correr cuando la puerta del autobús ya se ha cerrado y que agitan su mano, (claro el huracán que provoca este movimiento seguro que detendrá el vehículo.. ) Mientras, miran el reloj cada tres segundos para comprobar otra vez que llegan tarde a trabajar.
También es especialmente molesta la costumbre de entrar corriendo en el vagón del metro y pararse. Como diciendo,- toma yo estoy dentro, tú te jodes… o te miran y parecen que piensan, -uy perdona, ¿que no puedes entrar porque me he parado en medio de la puerta y empiezan a cerrarse? Lástima… Podría entrar un poco más, porque hay espacio de sobra, pero eso implicaría sentido común… Esto lo digo porque a mí me ha pasado más de una vez y te dan ganas de levantar la mano para ver si el efecto huracán detiene el metro y poder coger por banda al tío que te ha dejado fuera.
Pero una de las costumbres mas tontas que hacemos es la comprobación de un bote vacío, (ya sea colacao, cereales, etc.) sabiendo que esta vacío, porque nosotros lo hemos dejado vacío… que lo abrimos con cara de ilusión esperando que se rellene o algo por el estilo. Porque si el bote es transparente, es obvio que no queda nada dentro y esa ilusión va menguando hasta que topamos con la realidad de que nos toca tomarnos la leche sola, o no tomarla, pero si el bote no es transparente hasta que no lo abrimos y efectivamente vemos con nuestros propios ojos que no queda nada en absoluto parece que no estamos tranquilos. -Tete, perdona, me lo he acabado. Hubiera tirado el bote, pero es que me moría por verte mirar al fondo. ¡Pareces tan tonto mientras compruebas otra vez lo evidente! (Ten hermanas…) Claro que, lo mejor es ver cómo se acaban los cereales o la leche justo antes de llenar tu bol. ¿A que nunca habías agitado tantas veces un brik con cara de desesperación recién levantados? Equivale, más o menos, a que en medio de un dictado de un examen se te acabe la tinta del único boli que tienes y la profesora no pare.
Otra costumbre es sacar la mano para comprobar lo que es evidente a primera vista… llueve.
También otra cosa por la que nos pueden llamar inútiles es por echar el dinero exacto en una máquina de esas de comida o tabaco y mirar a ver si la maquina se ha vuelto loca y ha caído alguna moneda (que solo te pasa una vez en tu vida pero bueno la esperanza es lo último que se pierde)
Y para terminar otra es cuando comemos pipas, aceitunas o algo que mancha en el bar y nos limpiamos las manos con alguna servilleta (que no limpia) y miramos al suelo para buscar un buen sitio para tirarla, que por supuesto está lleno de mierda por todas partes, pero nosotros buscamos ese hueco sin mierda para tirar la nuestra…. somos así de exclusivos, nos gusta que nuestra mierda caiga en un sitio limpio.
En definitiva, estas cosas por muy estúpidas que sean, hacen que pueda levantarme cada mañana observando hasta dónde llega nuestra mente, o bien que me den un tema sobre el cual pueda escribir.
Jesús Solís
Jesús.
M’he divertit força en llegir el teu escrit. L’escrit resulta entretingut i distret. Comença una mica dur, però després es torna divertit.
Està força ben escrit. És molt clar i entenedor. No deixis d’escriure, d’acord?
Josep Maria
Es bueno! 🙂